EN BUSQUEDA DE UN CIUDADANO DIGITAL

Las herramientas tecnológicas, poco a poco se han ido incorporando en la vida personal y profesional de las personas. En mi caso, algunas con más naturalidad que otras me han ayudado, facilitando muchas tareas hogareñas, enriqueciendo mi profesión. Las que pude incorporar hasta ahora son cámaras fotográficas, videos filmadoras, equipo de audio, computadora, teléfono inalámbrico, mp3, pen drive, celular, entre otras. Ah, me olvidaba, las alarmas y el muy buscado control remoto. Con Internet la incorporación fue más lenta.
Desde los primeros tiempos, con la aparición del término web 2.0, en la década del 60, es posible recorrer tecnologías participativas y colaborativas, englobadas en ese concepto.
Hasta ese momento muchos usuarios lo utilizaban para buscar información, pero debido a su potencial (teórico) y su grado de concreción práctica, se fueron incorporando nuevas miradas sobre su uso y posibilidades que brindaban al trabajo colaborativo. Aparecen también los blogs que si bien comenzaron como herramientas de publicación personal han incorporando cada vez mayores funcionalidades que los convirtió en herramientas sociales.
Los wikis, a diferencia del blog, nacen como herramientas comunitarias, ya que permite que a partir de una publicación varios usuarios se incorporen.
Otras herramientas que se han incorporado son: las cacerías y las webquest, las que contribuyen en el campo de la educación. Si bien cada una tiene sus características, ambas trabajan sobre la información obtenida de la red, pudiendo copiarla necesaria para utilizar en distintos trabajos. Frente a la abundancia de la información el nuevo desafío que se instala en la sociedad y en las escuelas en particular, es enseñar y promover un conocimiento complejo y creativo para formar ciudadanos que puedan interactuar con conciencia crítica y participación real como sujetos productores de una vida democrática.
La idea es pensar, es posible lo que dice Castells, “Internet haría posible una educación sin maestros, una escuela virtual”?
Creo que sabemos que en la escuela la educación y la formación no sólo apunta a los contenidos sino al desarrollo integral de la persona. Pero ¿Cómo podemos los docentes acompañar estos avances, estos procesos? Una alternativa, es dónde nos posicionamos, en qué paradigma. Hay que pensar que tipo de aprendizaje queremos lograr y cuál es nuestro rol en el modelo elegido, ya que cada vez parece más necesario lograr un aprendizaje de tipo reflexivo en el cual el autoaprendizaje tome un lugar cada vez más importante; pasando el docente a tener un rol más de tutor y/o acompañante de un proceso, que ser el portador del único saber..
Con respecto a esto último Borgoña Gros dice:"Bajo esta perspectiva, el papel del profesor debería de cambiar desde una concepción puramente distribuidora de información y conocimiento hacia una persona que es capaz de crear y orquestar ambientes de aprendizaje complejos, implicando a los alumnos en actividades apropiadas, de manera que los alumnos puedan construir su propia comprensión del material a estudiar, y acompañándolos en el proceso de aprendizaje.
También Morin aporta que” La educación debe favorecer la aptitud natural de la mente para hacer y resolver preguntas esenciales y correlativamente estimular el empleo total de la inteligencia general. Este empleo máximo necesita el libre ejercicio de la facultad más expandida y más viva en la infancia y en la adolescencia: la curiosidad, la cual, muy a menudo, es extinguida por la instrucción, cuando se trata por el contrario, de estimularla o, si está dormida, de despertarla”.
Entonces volviendo a la pregunta, sobre ¿Cómo podemos los docentes acompañar estos avances, estos procesos? Nuestra misión es clara, pero no fácil, implica mucho más que enseñar habilidades instrumentales asociadas al concepto de “alfabetización digital”, no se trata sólo de conocer los nombres de las partes de la computadora y saber operar de manera mecánica tal o cual programa, sino de reconocer, comprender y decidir de forma critica e informada. El Internet entendido como bien común, necesita de un ciudadano digital.